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| El cine independiente apenas sobrevive |
El cine es una industria que mueve millones de dólares en todo el mundo. La fábrica de hacer películas llamada "Hollywood" factura al año toneladas de dinero. Las plataformas de streaming obtienen ganacias a manos llenas con sus suscripciones, y todos parecen entender que el cine es un negocio redondo. Así lo perciben, así lo ven, así lo promueven pero, nada más lejos de la realidad.
Las grandes compañías, otroras estudios, y las plataformas de pago, son una parte visible y onerosa de la industria pero que, sin embargo, tiene en su lado oculto, cientos de producciones fallidas, inversiones con altas pérdidas, proyectos truncados por calidad deficiente o mala gestión de marketing, y desaforadas críticas tanto de expertos como espectadores comunes,
Más diminuta aun, al otro lado del espectro comercial, está toda la enorme zona de producciones audiovisuales indepcndientes, muchas de las cuales a sobradas condiciones de calidad argumentativa, talento creativo, y originalidad de propuestas, deben contraponer excesivos problemas de financiamiento, escasas fuentes de recursos, poca divulgación y (casi) naturalmente, eximios resultados comerciales.
Claramente el desbalance en las producciones cinematográficas, se acrecienta en nuestros países latinoamericanos, donde los esfuerzos de realidores independientes, continuamene chocan contra los factores señalados, sumados a la falta de una industria consolidada, y al poco interés que la mayoría de los gobiernos suelen manifestar en sus programas presupuestarios, para incentivar la culura, en este caso el sépimo arte.
¿Cómo podemos entonces los realizadores, alejados de las grandes esferas de movimiento cinematográfico, alcanzar mínimos objetivos de producción audiovisual?
Por ahora, y lo ha sido desde siempre, la respuesta es: autogestión. De ahí que, con sistemas de aportes individuales, mechandising a partir de los mismo proyectos, canales de youtube con servicios de pago (ej. Patreon), o crowfunding, muchos cineastas procuran obtener el financiarmiento para sus proyectos.
Nosotros estamos en ese mismo afán. Tenemos varios proyectos en diferentes etapas de desarrollo, y hemos buscado formas de generar los recursos para darles impulso, avance y término; aun faltando incluir las vitales tareas de distribución y lanzamiento.
Por ello, hemos generado nuestro propio mecanismo de autofinancimiento. Los casos de mecenazgo, crowfunding y semejantes, suelen ser atractivos en el inicio, pero implican obligaciones a los realizadores, tanto monetarias (las plataformas recortan un % de lo recaudado); el creador debe asumir costos por envíos de dinero, etc. como morales, ya que los mecenas, donadores, o como les llame, esperan una recompensa que, sin embargo, depende de que el monto total para la producción se complete. En muchos casos, los aportes pueden ser altos, y la devolución de éstos resulta engorrosa y mortificadora para todos los implicados.
Es por ello que, en búsqueda de la simplificación, nuestra propuesta difiera sustanacialmente de todo lo conocido. Implica donaciones reducidas, y creer en que hay gente que ama las artes y desea apoyar su independencia.
Por eso deseamos presentarte:
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